Esta semana Maldini ha apostado por nombrar a los cuatro mejores jugadores de Checoslovaquia, incluyendo también aquí a los mejores jugadores de la República Checa, que es el país que hereda la tradición futbolística de una de las selecciones más destacada de la historia con dos subcampeonatos del mundo (1934 y 1962), un triunfo en la Eurocopa de 1976 y un segundo puesto en la Eurocopa de 1996.
Cuando apenas quedan unas semanas para que se cumpla el primer aniversario de su fallecimiento, para Julio Maldonado el mejor jugador checo de la historia es Josef Masopust que lideró el fútbol checoslovaco en la década de los 50 y 60. Un futbolista que fue clave en el Mundial de 1962 que el conjunto checoslovaco perdió ante la Brasil de Pelé. De hecho su excelente campeonato del mundo le permitió ganar el Balón de Oro, no hay que olvidar que en aquel momento este galardón solo premiaba a los mejores jugadores europeos.
Pese a todo fue un centrocampista con gol, que lideraba el juego de su equipo y que gozó de un gran prestigio con la selección de Checoslovaquia. En el capítulo de clubes nunca pudo salir de su país, donde el comunismo cerró las fronteras e impidió que sus mejores jugadores pudieran triunfar en otras ligas.
El segundo puesto es para un futbolista mucho más actual y el otro jugador checoslovaco que ha conseguido ganar el Balón de Oro. Pavel Nedved llegó a la cima del panorama fútbol en 2003 cuando jugaba en la Juventus de Turín.
Nedved inició su carrera a principios de los 90 en el Dukla de Praga, donde prácticamente desarrolló toda su carrera Masopust, y de ahí pasó al Sparta de Praga. En el panorama fútbol no irrumpió hasta 1996 cuando alcanzó la final de la Eurocopa de Inglaterra con la República Checa. Una actuación estelar de un grupo de jugadores únicos que devolvieron la grandeza al fútbol checo.
Su impresionante campeonato le valió fichar por la Lazio donde se convirtió en uno de los jugadores más importantes de la Serie A y por tanto del mundo. Formó parte del mejor Lazio de la historia antes de recalar en la Juventus de Turín donde alcanzó su mejor nivel como jugador y donde ganó la Serie A en dos ocasiones, sin contar los títulos que le quitaron por los escándalos que sacudieron al fútbol italiano. Cuando la "Vecchia Signora" descendió de categoría Nedved juró amor eterno al club de Turín y se quedó en el equipo en la Serie B.
El tercer mejor jugador checo para Maldini es el portero Petr Cech que ha sido considerado uno de los mejores porteros de la última década gracias sobre todo al excelente nivel mostrado en el Chelsea donde llegó procedente del Stade Rennes. Seguro bajo palos y de excelentes reflejos, es un meta sobrio que sabe estar siempre en el sitio correcto.
En octubre de 2006 sufrió una lesión grave en la cabeza en un partido contra el Reading que a punto estuvo de retirarle del fútbol. Regresó tres meses después con un casco protegiéndole de la fractura de cráneo que sufrió en dicho encuentro. Le costó recuperar su mejor nivel ya que el temor de aquella lesión le alejó de su mejor forma. Sin embargo, lo logró y de nuevo se situó como uno de los mejores porteros del mundo.
La irrupción de Courtois y su llegada al Chelsea hicieron que el meta checo decidiera cambiar del club sin moverse de Londres. Su nuevo destino fue el Arsenal donde de nuevo ha recuperado un gran nivel, siendo de nuevo uno de los grandes porteros de la liga inglesa. Sus mayores logros fueron con el Chelsea con quién conquistó 4 Premier League, 1 Liga de Campeones y 1 Europa League.
Con la selección no ha tenido la suerte necesaria como la anterior generación checa y solo logró llegar a unas semifinales en la Eurocopa de 2004. También participó en las Eurocopas de 2008 y 2012 y en el Mundial de Alemania de 2006.
El jugador que cierra este póker de grandes jugadores checos-checoslovacos es el inolvidable Antonin Panenka. Un futbolista especial de una enorme calidad y que desarrolló prácticamente toda su carrera en Checoslovaquia. En el tramo final pudo salir para culminar su longeva carrera en el fútbol austriaco.
Fue un centrocampista de mucho talento que se ganó un hueco en la historia en la Eurocopa de 1976 cuando decidió el título en la tanda de penaltis ante Alemania Federal. De manera sorprendente Panenka optó por picar de manera suave el balón para meterlo por el centro de la portería cuando el portero ya se había lanzado hacia un costado. Nadie lo esperaba, nadie había visto nunca así en un partido y el gran Panenka le puso nombre a una jugada que pasó a la historia.
En esta ocasión Maldini no nombró a otros jugadores destacados de la historia de la República Checa, por lo que de nuevo me tomo la licencia de nombrar a algunos grandes jugadores del país centroeuropeo como Ivo Viktor, Karel Poborsky, Thomas Rosicky, Patrick Berger o Jan Koller.
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